El equipo parisino jugaba hoy como visitante ante el Nápoles, los visitantes se adelantaban con un gol de Juan Bernat pero a partir de ahí el equipo local era el que iba a tener las ocasiones.
El Nápoles estaba dominando el partido hasta que el árbitro señaló en una desafortunada jugada los once metros, Lorenzo Insigne no iba a desaprovechar la oportunidad de poner el 1-1 en el marcador.
El partido iba a acabar con ese resultado y sensaciones muy buenas para el equipo napolitano pero no tan buenas para el equipo parisino.
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